Mi nombre es David, de Ciudad Real. Hace un año exactamente comencé mi curso de inglés en Malta, en la escuela Linguatime.
Meses atrás, en una cena con unos amigos, uno de ellos comentó que había estado estudiando inglés en Malta durante todo el invierno y que le había gustado mucho la experiencia y ahí empecé a indagar y, por recomendación de mi amigo, contacté con Antón Corpas, al cual tengo que darle las gracias por toda su ayuda, no solo se encargo de buscarme la escuela, si no también me gestionó el alojamiento para que pudiera vivir con otros estudiantes de la misma escuela. También me ayudó a quitarme ese mar de dudas que te surgen antes de llegar.
El primer día, según llegué al aeropuerto, me estaba esperando un hombre con una cartel con mi nombre para llevarme a los apartamentos de la escuela (también decir… que me ayudó a subirme la maleta). En la puerta de la habitación había un letrero que siempre dejan para los nuevos estudiantes, dándote la bienvenida.
Llegué un sábado por la mañana, por lo que todavía me quedaba todo el fin de semana por delante para conocer gente y la zona en la que viviría las próximas semanas.
La primera persona que conocí fue Youngku, un coreano con el que iba a compartir mi habitación y la mayoría de mi estancia en Malta. Ese misma noche nos acercamos a Paceville, la calle donde se concentran la gran mayoría de pubs con otros estudiantes que también vivía en los apartamentos de la escuela.
Al día siguiente, el domingo fuimos a Marshaslokk, al típico mercadillo de pescado principalmente. Una auténtica aventura para llegar, ya que tuvimos que coger 2 autobuses y tardamos cerca de una hora y media, pero mereció la pena. Fuimos a St peter´s pool, que es uno de los lugares que más me gustaron de Malta.
Y por fin llegó el lunes, el primer día de clase. Con unos pocos de nervios por ver como sería todo, llegué a la escuela a las 08:30 donde ya había un grupo de estudiantes nuevos, entre ellos una chica con la que había ido al mercadillo el día anterior. Todos empezábamos nuevos ese día, algunos para unas pocas semanas y otros que iban a estar mínimo seis meses, en mi caso sería nada más por 5 semanas, ya que son las vacaciones del trabajo.
Hicimos una prueba escrita y otra oral, y después nos decían cual era nuestro nivel y que clase nos había tocado.
Yo entre en intermedio y tras 5 semanas de inglés general intensivo, que hacía 4.5 horas al día de clase, conseguí finalizar en un nivel más alto.
Iban pasando los días y las semanas rapidísimo y lo estaba disfrutando cada vez más, no quería que llegara el final de esta experiencia.
Hice muchos amigos de diferentes nacionalidades, incluso mi compañero coreano vino a verme a España después de terminar yo mi curso, conocí la gran mayoría de rincones de Malta y mejore mucho mi inglés, sobre todo el speaking que era lo que más me frenaba.